
This project began in 2015 as a way to safely revisit Hurricane Katrina and the decade that had passed since. The call for submissions read in part:
With the anniversary’s overload of media and images of the storm, I think that now is an important time to carefully revisit our own stories from that time - what happened - where we went - how we’ve changed - what we wish we would’ve done different - why - how glad we are to be back in this place - how glad we are to be alive - and how anguished we still are from the loss.
This layer was exhibited on August 29, 2015 at Byrdie's Gallery in New Orleans.

Hover over the boat to read the responses
Most everyone
The responses
¿Que fue... fue tremendo, verdad? Lo que pasó para esa fecha. Porque nadie lo esperábamos. Y fue muy extraño. Pero la naturaleza de Dios, ¿verdad? Entonces, con la naturaleza de Dios, pues, no podemos…. Y como es la naturaleza de Dios, verdad, nadie puede impedir que pasen las cosas. ¿Verdad? Entonces, pero si, causó muchos estragos, en muchas personas. Y mi familia, gracias a Dios, no pasó nada. Ni mis amigos. Pero si otras personas, si, oí que hasta - y incluso supe, no sé, que varios policías se quitaron la vida. Porque no pudieron, no se dieron abasto para ayudar a las personas. Entonces yo miraba la gente en los techos y cuando, me impresionó, cuando vi las noticias cómo estaba Luisiana. Digo yo, wow, Luisiana. Dije yo, se perdió Luisiana. Y yo pensé que se había perdido. Que había desaparecido, ¿verdad? , del mapa, como decimos nosotros. Y digo yo, y pues si me puse a llorar porque digo yo, wow Luisiana. Y cada vez, se que iban para, que pasaban, nos fuimos a un Motel Six, allí en Texas, que pasan así en la carretera, pasaban muchas, muchas trocas, grandes trocas de Wal Mart, de Super Wal Mart, y decía yo, ay Luisiana. (Laughs), ¡ay Luisiana! Porque yo como iba a Wal Mart aquí, entonces se me venía a la mente mucho Luisiana, Luisiana. Y decía yo, ay Dios, y peor fue cuando no podíamos entrar aquí que decía que no - nadie podía que regresar aquí, porque no había agua, no había luz, y muertos, era un desastre. Y decía yo, ay Dios mío. Ay Dios mío. Para dónde vuelvo yo?
Sí antes del huracán, yo salí sábado, creo, sábado en la noche. Con amigos. Mi hijo se fue aparte con la familia de él. Yo me fui con amigos. Porque decían la gente que teníamos que evacuar. Todo el mundo, evacuar, evacuar, evacuar. Las noticias. Y las escuelas decían que, y la gente también decía que había que evacuar, que había que irse. También estaban tirando alarmas por teléfonos, por la radio, que venía el huracán, y mucha gente decía no. Porque subió a categoría, bajo a categoría tres, ¿verdad? y después subió a categoría cinco. Y aquí sí se quedaron unos amigos míos. Yo dejé mi carro, aquí en mi parquero. Sí. Le dejé las llaves a un amigo. Y le digo yo, si necesita el carro, ándate. ¿Verdad? Porque yo me fui con gente. Y sí, el agarró las llaves sí, agarró mi carro y se fue pa’ Houston. Se le entró todo el agua! Y en ese carro mío, se fueron ellos para Houston después del huracán. De Kenner. Se fueron ellos. Ellos se quedaron aquí para el huracán y dice que así, shhhh, el agua, el aire, aquello, todo arriba, dicen, todo, los aires acondicionados, los techos, todo … el agua por allá. Y la gente que dice allí, allí, por un, allí en Williams, ¿WIlliams y West Esplanade? Dicen que en esos, en una lanchita, así como en ese bote que se está haciendo usted. En la lanchita que andaba gente. En Williams. Andaba gente, allí, dicen. Sí (laughs). Pero mucha gente entró a robar. Sí. (Toda la gente habla de eso). Quebró los vidrios. (Viendo la gente robando es algo que duele.)Duele. Sí…
…
Pero siempre habían huracanes. Supuestamente venían huracanes. Que el huracán esto, que el huracán aquí, todos. Y no, no pasaba nada, gracias a Dios. Y pero con Caterina, sí. Con Caterina.
Eso fue el problema. Que los levees fue que se rompieron. Por que si no, no hubiera pasado nada. Pienso yo… No sé … Pero yo miraba toda la gente y decía yo, ay Dios mío. Luisiana. Luisiana.
Lo miraba las noticias en la televisión, y decía yo ¡qué barbaridad! No lo creo, decía, no lo creo. No creo que Luisiana haya pasado esa tremendo-- tremendo desastre.
Y decía yo, ¿como estará mi apartamento? Porque yo dejé todo, todo! todo! todo! Yo solo saqué … Como siempre decían, que venían huracanes, y no pasaba nada, nosotros nos íbamos para Houston con mi hijo, y regresábamos después. Yo solo echaba … pero con Caterina, yo solo me llevé tres mudabas de ropa. Y un par de … dos pares de zapatos. Mis joyas, aretes, todo … reloj, cadenas, todo de oro, todo me lo robaron. Todo! Todo! Sí. Todo! Todo! Toda! Todas! Tenía una cadena que me había costado trecientos dólares . Y me robaron todo. Un reloj de oro. Siete cien. Todo. Todo. Todas mis joyas me robaron porque quebraron la ventana. Quebraron la ventana de enfrente y quebraron la ventana de atrás. Y por allí se entraron. Solo, solo eso se robaron.
(Es loco que durante la emergencia, hay gente que, se puede ver todo, se puede ver esa cosa con la gente muy mal y se puede ver ese gente que esta ayudando mucho, mucho, durante el huracán, durante ese tiempo se puede ver todo.)
Se mira gente buena y gente mala, porque hay mucha gente que quiere ayudar y anda gente que quiere robar, que quiere meterse a las casas. En Burlington. ¿Usted no sabe dónde es Burlington? (Burlington Coat Factory?). Aha! Pero antes era otra, no me acuerdo cómo se llamaba.
Era buena gente. Éramos latinos, todos. Haciendo comida, comiendo todos, una iba a comprar agua. Pero muchas iglesias estaban dando comida. La Iglesia católica estaba dando comida. Y mucha gente antes estaban dando agua. Sí. Se paraban así, como aquí por, en parqueros, se ponían los carros o algunas carpas, y allí uno iba a agarrar los six packs de agua, daban comida. Daban agua, de todo, de todo. La Iglesia católica daban mucho. Mucho.
Mis patronas se fueron, entonces dije yo si me toca ir a barrer un patio o a recoger la basura, yo voy, mientras me paguen, ¿verdad? porque no podía trabajar sin sueldo. Y así, muchas -- se la entraron agua, mucha gente me llamaba, me pagaban veinte dólares para limpiar los baseboards, o lavar algo allí, pasar un mop, o algo así. Sí mucha gente me llamaba. De Kenner. Y nos vacunamos, pero allá en Texas nos pusieron la vacuna, por si nos metíamos un vidrio, una herida o algo. Para que no agarráramos una enfermedad. Y cuando, cuando vine aquí, el veintiuno de septiembre de ese año, después de Caterina, estaba New Orleans …! Uhmm … todo tirado. Los árboles. Los alambres de luz, los postes. Todo, todo, todo! Y había mal olor. Porque como la gente toda nos fuimos se quedaron las refrigeradoras con comida. Pero estuvo bastante feo, porque dice uno … New Orleans, pues, antes era tranquilo. Antes de Caterina era tranquilo. Mucha gente buena, pues. Ya en el trayecto de Caterina, fue que se dio la gente que no estaba por ayudar y la gente que estaba por trabajar. Y ya después, fue mucho y también porque eran muchos latinos, pienso yo, ¿verdad?, que Luisiana se ha levantado por mucho latino para trabajar, después de Caterina, sí. Se ha levantado.
Personas diferentes, mucha gente de afuera. Mucha gente de Houston. Muchos mexicanos. Anda mucha gente diferente, pues. Y ha trabajado porque ha trabajado. Pero no es lo mismo, a que estemos toda la gente que vivíamos antes de aquí, a que venga otra gente. De afuera. Pero… Gente que solo de vista, nada más, porque nos miramos y hey o hola, sí, ¿verdad? Pero no hay una relación de amigos. Pero sí. Ya no es igual. Porque se mira muy como triste. Lo veo yo así, muy …, no sé, pero si lo que me ha impactado bastante es, allá en Bourbon Street, el jazz. Que es, si no paraba, el jazz. Eso si me impresiona a mí porque hay gente que levanta, emocionante pues, de oír, que el jazz, y todo eso, … que Bourbon, que siempre continúa, a pesar de … A pesar de cualquier cosa que pasó. Siempre, y fueron de más también … Porque allá dio más fuerte. Pero esa gente impresiona bastante, el jazz, y sale en la televisión.
No, cuando yo miro en la televisión, yo pongo … porque tenemos música, el jazz. Hay como varias formas de jazz, ¿verdad?, varias diferentes …
Yo tengo… Yo vivo aquí desde el ochenta y nueve. Aquí en Luisiana, y he ido en Bourbon Street dos veces. (Laughs.). Tres veces! Una vez nos fuimos en bus porque queríamos experimentar pero antes de Caterina, verdad. Antes de Caterina queríamos experimentar con un montón de amigos. Y nos fuimos en bus allá, allá a Bourbon, anduvimos caminando allí y tomando, y entrando a los clubs, viendo todo! Bien bonito. Allí entrábamos. Lo triste fue cuando nos íbamos a dormir, fue de madrugada. Fue como a las tres de la mañana, cuatro. Nos venimos a caminar desde allá hasta aquí en canal para poder agarrar un taxi. Y veníamos uno encima de otro… Pero todo bien bonito.
Bourbon Street está lo mismo. Porque después de Caterina se miraba que salía en la televisión, allí se ponían en las calles, y todo eso… Yo miraba mucho que se ponía eso.
Eso es lo que emociona en Luisiana. Allá el downtown. En Bourbon. Está el parque Francés, ¿verdad? Y todo eso, todo lo que la gente allí. La gente que vive el mundo de ellos, verdad? Que es lo que atrae a la gente aquí, porque aquí no hay donde divertirse uno… Digamos que uno quiere ir a bañarse a una playa, no hay, aquí, verdad, cerca, está Pensacola y todo eso, para allá. Pero eso es lo que le da la vida a New Orleans. Esa música, el jazz, todo, todo lo que hacen allí en Bourbon Street. Eso es lo que le da vida a Luisiana. Eso. Lo que lo mantiene vivo.
Decían se perdió Luisiana. Decían que … Me entró como, como pánico, como miedo, el no regresar aquí. Decía, es que ya no hay Luisiana, es que ya no voy a volver. Porque mucha gente decía que ya Luisiana había desaparecido. Que en Luisiana ya no había ni trabajo, ni casa, nada. Decía yo, no. Me entró como depresión. Me entró depresión, decía yo … ni lloraba. ¡Tanta gente que había muerto! Y más que, todos los animalitos.. Se murieron perritos, se murieron gatitos, de todo, toda clase del animal.
Y lo malo que mucha gente se benefició de Caterina, mucha gente, porque FEMA trató de ayudar a mucha gente … Mucha gente sí tenía necesidad, pero mucha gente que no …
Prácticamente no perdí nada de material, de muebles, nada. Pero
la Cruz Roja sí me dio lo que estaba dando. FEMA si me dio como mil quinientos dólares. Que salí, que tenía que mostrar los recibos, de tiendas, todo eso. Me dieron también la ….. por tres meses De esa parte si me ayudaron, pero no me dieron dinero en efectivo. Sí lo necesitaba, pero había más gente que lo necesitaba.
Pero son historias inolvidables, ¿no? Son cosas que no se olvidan. Lo de Caterina no se olvida. Tanto emocional como económico, porque a pesar de lo de Caterina es que Luisiana bajó en lo que es el trabajo, porque mucha gente de afuera viene a hacer trabajo por menos dinero. Sí. Hay gente que hace como yo que limpio casas. Hay compañías que tienen gente y van tres personas a limpiar, digamos aquí a esta casa si alguien la viniera a limpiar, tres personas, por una hora, ganan ochenta dólares. Pero es por una hora, que le van a hacer toda la casa. Es diferente, sí, por eso es que ya uno casi no … Pero se limpia como seis casas en el día. No es una casa diaria, son seis! Hay menos trabajo para unos housekeeper, para construcción, porque hay mucha gente, para los pintores, los que pintan las casas, viene gente a hacerlo por menos dinero porque, sí, mi hijo es pintor, ¿verdad? Es contratista, entonces, a él lo llaman para que vaya a dar el precio, allí dan precio, digamos que ponga unos diez mil dólares, digamos, de lo que va a hacer, poniendo el material de él, entonces dice la persona ”¡déjame pensarlo, yo te llamo, dame tu número de teléfono!” Entonces viene otra compañía y le dice “¿cuánto me cobra?” y dice ”siete o seis mil”, entonces … mi hijo le cobrara diez. Entonces salía así. Sí, mucha gente se ha ido, ahorita sí mucha gente se ha ido de aquí a buscar a otros estados. Yo conozco gente que se ha ido para otros estados. Chicago, Providence, Nueva York, no creo, Nueva York el alquiler es caro, y Chicago pues, mucho frío. Providence, también.
Myrna LeBlue
Recorded August 2015
They started with the mailbox—we found a leaking hole where it leaned.
Christmas comes & they yank lights still blinking from the shingles.
Yanked shingles too. The bricks, the roofing tiles, the turret spun
through hurricanes & stay slightly dilapidated. Pulled up sod,
dug out the trees, ripped fixtures, our old carpet stains too,
the watermelons & coupons kept father sane after his
heart half died. Someone not us got paid—the fence
missing, the neighbor's patio nowhere. Windows
stripped from frames stripped from the walls.
Muck dribbled feet made naked by takers.
One chubby politician screamed himself
hoarse, stayed hoarse for the campaign.
Take the tackle box, rod, bait bucket,
the lures. When they took the boat
they didn't take floating keychain
keys till they took that too. Took
mower, light bulbs, wall studs.
Muck where was once a home.
They took my mother's sugar
cookie recipe, my brother's
cds I didn't take, kryloned
number from the curb.
They take the dirt
under fingernails,
the weak beagle's
sense of smell,
my father's
eyes, my
mother's
husband
& sell it back to us by the gallon.
From Because the Stars Shine Through It
Lavender Ink, 2013
Geoff Munsterman
There's Value in the Land You Live On
Robin Staudinger
August 2015
I was away for college when Katrina hit. I knew my parents were going to ride out the storm like they had every other one. But I called anyway and asked them to evacuate. The answer was no. My parents, my sister, two dogs, and Lanise, staying at my dad’s office to wait it out. There was little service and texting wasn’t very popular. Being in college, I just assumed everything would be OK and didn’t need to worry. The next couple of days were a blur… lots of the Weather Channel. But soon word spread that the city was underwater….
Our house was spared but the city was uninhabitable...They were all forced to evacuate after the storm. At the time I was living in a four bedroom apartment with six college girls. Imagine the surprise when I told them my brother and sister were on their way in town. And I didn't care if they cared. They were on their way in town and would stay with us for the time being. I don’t remember anyone being bothered by it. But either way, they came and they stayed in our loft and on the pull-out bed.
There was a lot of uncertainty at that time. Would the city be rebuilt? Would people come back? Would there be jobs when you came back?
My parents managed to put on a face of normalcy for us. They moved back much sooner than a lot of people which I guess was lucky, but it was still an incredibly stressful time for them given all of the unknowns. I was in kind of a protected cocoon away at college, so I was sheltered from much of this. My mother and sister had to deal with it more head-on. My brother eventually ended up in Dallas living with a nice family and going to school there. I remember them telling me about how at the new school, they gave all of the Katrina kids old clothes and stuff. It was very very generous of them, but I think I remember my mom crying. It was people like this, their generosity in the face of catastrophe that makes us see the goodness within people.
It also is amazing that New Orleans has come back thriving. Ten years later, we were all back home and it was almost like nothing had changed. Anyone who has been to New Orleans knows what a special place it is. There is nothing like it anywhere else. That’s what keeps bringing people back. I’m happy to admit that one day I may be the stubborn old mule like my parents and hunker down for the storm and come back after and say, “YOU CAN’T KEEP ME AWAY.”